martes, 15 de febrero de 2011

Al otro lado


Porque no sabes bien lo que me dolió aquel dolor tan sin sangre, tan sin carne, tan por dentro, tan sin fin. Tan sin fin que ni el tiempo iba a acabar con él, porque eso de que el tiempo todo lo cura es mentira, el tiempo no cura nada, es el olvido el que se encarga de esas cosas. y el caso es que a mí sí que se me olvidó algo, se me olvidó olvidar. Por eso iba pensando en tantas cosas. En tantas y en tan pocas a la vez. Con lo malo que es pensar tanto, con lo malo que es eso. Y más cuando uno no puede dejar de pensar en lo que no quiere pensar, cuando uno sólo piensa en aquello que quiere olvidar con todas sus fuerzas y cuanto más intenta olvidarlo más lo recuerda y cuanto más lo recuerda más le duele lo que recuerda.
Yo me ahogaba. Me ahogaba porque las lágrimas que acabé llorando me inundaron el aire que intentaba respirar. O quizá me ahogué porque el aire buscaba lo que estaba respirando él. No podía respirar aunque lo intentaba, y eso que no sabía cómo se intentaba respirar si no se tiene aire.
Yo hacía fuerza como desde dentro y tanta fuerza hacía que la herida se me iba abriendo más,y más. Y más me dolía mientras más intentaba respirar. Y doliéndome todo mucho, no podía dejar de pensar y de preguntarme cosas. Me preguntaba por qué podemos olvidarnos de los muertos y no podemos olvidar a los vivos que nos hacen daño, por qué el olvido se acuerda de mí y no de otros.
Así que no quería aire, eso también es mentria. Sólo quería poder olvidar, se me olvidó olvidarlo a él. Eso sí que se me olvidó.


Ivan Teruel Cáceres 'Al otro lado'

Creo esto ya forma parte de mí,como la cicartriz que tengo en la cadera, que hace precisamente dos años cicatrizó y aun cuando cambia el tiempo duele.
Hoy hay tormenta.

2 comentarios:

Srta. No lo sé dijo...

Buahh, sin palabras!
Me encantan tus entradas Nadia :)
Sigue así ;)
Un saludooo!! :D

Iván Teruel dijo...

Vaya Nadia, qué sorpresa encontrar citado un fragmento de un cuento mío en el blog de alguien que no conozco. Encantado, por cierto.

Simplemente quería agradecerte la entrada. Es indudable que produce una gran ilusión sentirse leído. "Al otro lado" fue el primer relato serio que escribí, y ya ves, tuve la suerte de que me lo seleccionaran y publicaran.

Veo que has cambiado el género de los pronombres para adecuarlo a tus sentimientos, supongo. Y eso es otro motivo de satisfacción: sentir que tus palabras forman parte de alguien. Agradecidísimo, de verdad.

Y para finalizar, te invito a que te pases por mi blog cuando te apetezca. Ahí voy colgando las cosillas que voy escribiendo.

Un abrazo.