viernes, 24 de diciembre de 2010

Gracias Carlitos.


Se sentó delante mía una pareja formada por una sudamericana gorda,con piernas celulíticas embutidas en un pantalón vaquero a punto de estallar con el que se sentía , seguro, favorecida. El amado era poco corpulento, dueño de un pelo lamido y grasiento , gafas de pasta y un bigote bajo el cual probablemente podría encontrar miles de especies de hongos nuevas.

Mientras tanto,Carlitos chupaba lentamente una piruleta de colores y observaba a la extraña pareja darse achuchones y abrazos...

El niño con pinta de ángel miraba atónito el espectáculo de aquellos grotescos seres que sin más remedio se atraían.
Confundido preguntó a su madre:
-Mamá, si son tan feos, ¿por qué se atraen?
La madre meditó la respuesta durante largos minutos y finalmente contestó:
-Carlitos hijo, debemos aprender a ver con el corazón pues nuestros ojos no son más que simples cámaras.

Y ante tal respuesta, Carlitos recibió una de las mejores lecciones de amor de su vida.

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